La vida útil del embalaje se ve influenciada por una variedad de factores, lo que hace difícil proporcionar una duración exacta fija.
Viendo las propiedades inherentes del material, tomando el polipropileno (PP) como ejemplo. En un entorno interior ideal, puede mantener un buen rendimiento durante muchos años. El polipropileno tiene una estabilidad química relativamente buena. Bajo condiciones normales de temperatura y humedad interior y protegido de la luz solar directa, el embalaje no sufrirá fácilmente cambios químicos, y su vida útil puede alcanzar los 5-10 años o incluso más. En tal entorno, puede realizar continuamente y de manera estable su función de unión, utilizándose para asegurar bienes generales, como el embalaje de productos electrónicos pequeños, artículos de uso diario, etc.
La correa de poliéster (PET), debido a su mayor resistencia y durabilidad, a menudo tiene una vida útil más larga en entornos adecuados. Especialmente en situaciones donde se requiere un almacenamiento a largo plazo, como el embalaje de equipos grandes y materiales industriales, la correa de poliéster puede resistir la erosión de factores ambientales, y su vida útil puede alcanzar aproximadamente 10 años, o incluso superar este período bajo ciertas condiciones.
Sin embargo, los factores ambientales tienen un impacto significativo en la vida útil de las correas de plástico. En entornos al aire libre, los rayos ultravioleta (UV) del sol son un factor clave que acorta la vida útil de las correas. Los rayos UV pueden desencadenar reacciones foto-oxidativas en los plásticos, lo que provoca que las correas envejezcan y se vuelvan frágiles. Para las correas de polipropileno, la exposición prolongada a la luz solar puede causar un envejecimiento notable en aproximadamente 1-2 años, como el amarilleamiento del color, la reducción de la resistencia e incluso roturas. Aunque las correas de poliéster tienen una resistencia relativamente mayor a los rayos UV, también pueden comenzar a experimentar una disminución en el rendimiento después de aproximadamente 3-5 años de exposición prolongada a la luz intensa al aire libre.
La humedad también es un factor importante. Si la correa se almacena durante mucho tiempo en un entorno de alta humedad o entra en contacto directo con el agua, la correa de polipropileno puede sufrir hidrólisis, lo que provoca la ruptura de sus cadenas moleculares y la disminución de su resistencia. En este caso, puede perder su función de fijación efectiva en unos meses a aproximadamente un año. La correa de poliéster tiene una tolerancia ligeramente mejor en entornos húmedos, pero si está sumergida en agua durante mucho tiempo, también se dañará y su vida útil se reducirá considerablemente.
Además, la carga y la frecuencia de uso que soporta la correa también afectan su vida útil. Si se utiliza frequentemente para sujetar mercancías pesadas y está constantemente sometida a fuerzas de tracción significativas, tanto la correa de polipropileno como la de poliéster se desgastarán y fatigarán más rápidamente, y su vida útil puede ser solo la mitad o incluso menos que en condiciones normales.